Volver la lectura cotidianidad, o según dice Alfonso Reyes, “cosa imposible de olvidar, como lavarse las manos”. […]. Hacer leer, como se come, todos los días, hasta que la lectura sea, como el mirar, ejercicio natural, pero gozoso siempre. El hábito no se adquiere si él no promete y cumple placer (G. Mistral 1935). Las palabras de la poetisa chilena dibujan de forma simple y hermosa el hábito de leer, como cosa natural, así de simple y complejo al mismo tiempo.
El cómo desarrollar el hábito de lectura es una de los temas que interesa bastante a los padres de mis estudiantes de la secundaria, muchos de ellos desean que sus hijos lean y comprendan esos textos que llegan a sus manos cada mes, sin embargo, son conscientes que sus hijos no leen, por lo tanto, sin práctica no se mejora la comprensión ni se logra desarrollar el hábito deseado. Se sabe que el aprendizaje de la lectura es un proceso largo, que presenta desafíos para todos los estudiantes con o sin dificultades, más aún lograr consolidar el hábito de la lectura resulta una tarea ardua pero no imposible de lograr, para ello, se debe tener en cuenta tanto las características de los estudiantes como su contexto o ambiente en el que viven y quienes los rodean.
La comprensión lectora es una habilidad fundamental en el proceso educativo de cualquier estudiante, esta no se limita únicamente a la decodificación de palabras, sino que implica la capacidad de interpretar y asimilar el contenido de un texto, construir conocimiento y desarrollar habilidades críticas. Los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden experimentar diversos desafíos en la comprensión lectora, que incluyen: dificultades en la decodificación de palabras, problemas de atención y concentración, dificultad para hacer conexiones entre ideas en un texto, limitaciones en la memoria de trabajo, dificultad para inferir significado a partir del contexto, entre otros. Aquí, presento algunas sugerencias para ayudar a los estudiantes a mejorar su comprensión lectora y lograr tener el hábito de leer:
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- Lectura en voz alta: esto permite escuchar el texto y procesar la información auditivamente.
- Lectura guiada: el padre o madre de familia lee un pasaje del libro y luego dialoga sobre el significado de lo leído.
- Resaltar palabras claves: esto ayuda a identificar las ideas principales del texto.
- Uso de imágenes y gráficos: facilita la comprensión visual.
- Establecer metas de lectura: como leer un número específico de páginas, esto promueve la autodisciplina en la lectura.
- Lecturas adaptadas: proponer textos con una dificultad apropiada para cada estudiante.
- Estrategias de organización: reconocer la estructura de los textos, vale decir, título, capítulos, párrafos, etc.
- Crear un rincón de lectura en casa.
- Dar ejemplo: los padres son ejemplo a seguir leyendo ellos mismos y compartiendo con sus hijos lo que han leído.
- Establecer un horario de lectura: esto ayudará a crear un hábito.
En conclusión, la comprensión lectora es una habilidad crucial para el aprendizaje y para la vida; los padres y maestros desempeñamos un rol importante al fomentar el amor por la lectura, realmente es posible mejorar la capacidad de comprensión lectora de nuestros estudiantes y esto se logrará en la medida en que sean capaces de utilizar diversas estrategias de forma integrada. Maestros, padres de familia y estudiantes deberíamos tener presente este dicho de Confucio “No importa lo ocupado que puedas pensar que estás, debes encontrar tiempo para leer o entregarte a la ignorancia autoelegida”, en este sentido se aprende a leer leyendo, siempre respetando la situación de cada alumno y su propio ritmo.
Bibliografía
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- Mistral,G. (1935) “Pasión de leer”. Pág. 229. Revista Anales, 7° serie, N° 6, junio 2014.
- Ramos, S, J (2004): “Enseñar a leer a los alumnos con discapacidad intelectual: Una reflexión sobre la práctica. Revista Iberoamericana de Educación.
- https://www.amalda.org/noticias/noticias/video-de-julian-palazon-sobre-como-hacer-lecturas-compartidas
Por Daniela Gallegos Condori
Profesora de Comunicación
Colegio María Nicole